Ayer me pedían si podía hacer una recomendación musical especial. Algún álbum que me hubiera gustado especialmente. Así que aprovecharé la ocasión, para reactivar esta pequeña sección olvidada, Un álbum especial. Y lo haré con una de las gratas sorpresas, musicalmente hablando, que nos dejó 2004. La irrupción en la escena del nuevo proyecto musical de Alberto Pérez, bajo el nombre de Alberttinny, con un primer álbum maravilloso llamado Kintsukuroi,
Llegué a él por casualidad, sin saber nada de Alberttinny. Ni quién era, ni de dónde había salido. Escuché una de sus canciones aleatoriamente y me quedé a vivir en su propuesta y en este maravilloso trabajo. Lo devoré, lo escuché de principio a fin, unas cuantas veces, y me enganché muchísimo a su buen hacer.
Lo que realmente me voló la cabeza, fue cómo un proyecto musical nobel, podía sonar tan redondo, con ese grado de madurez y exquisitez. Melódicamente perfecto, instrumentalmente sublime, canciones especialmente bien construidas, compuestas con muchísimo gusto, con letras trabajadas que llegan y traspasan, y con una producción exquisita. Todo ello me pareció increíble para una ópera prima. Que algo tan nuevo, tan virgen, pudiera dejar tanto poso, me dejó loco.
Precisamente eso fue lo que me llevó a querer saber más de ese tal Alberttinny. Y todo cobró sentido al descubrir que se trataba del nuevo proyecto de Álberto Pérez, músico, compositor y guitarrista extremeño, con muchos años de oficio, en una de las bandas más reconocidas y aclamadas del panorama nacional, en su anterior proyecto, recientemente disuelto.
Además, para la ocasión, Alberto contó con su gran amigo y compañero de fatigas en la extinta banda, el baterista Alberto Jordá; con el guitarrista David T. Ginzo; y el bajista Txarlie Solano. Casi nada! Si a todo esto le sumas que contó con Santos & Fluren para la producción, empieza a tener todo mucho sentido y de ahí el nivel de este precioso Kintsukuroi.
Kintsukuroi es una técnica japonesa que ayuda a sanar las emociones y aumentar el valor personal. Significa aceptar las cicatrices sufridas y hacerlas visibles, para tenerlas presentes y que ese dolor superado, te haga más fuerte. Recomposición personal y superación es el lema de este proyecto de Alberttinny, que queda patente en la letra de la canción que abre el álbum, y da nombre al disco. Toda una declaración de intenciones.
Desconozco si el resto de letras son autobiográficas. Si relataran hechos Únicos vividos en primera persona; Causas perdidas superadas; Incendios propios para reencontrarse; Si hubo vendajes de corazón con Flores y Velas; Si tras el Vacío encontró finalmente La Luz, su lugar, Sobre Los Andes. Sea como fuere, quizás lo de menos sea saber si echó mano de su Dulce memoria y las canciones son fruto de la introspección personal, despojándose así de sus miedos. Todo apunta a que sí, pero es pura Intuición. Lo que no me cabe duda, es que estamos ante una colección de grandes canciones, que no tienen desperdicio, y que es un gustazo quedarse a vivir en ellas.
El resultado es una propuesta espectacular, más que recomendable. Un cuidado trabajo que desprende luz y frescura musical. Dónde las guitarras folk y los sintetizadores, dan sentido a una decena de elaboradas canciones, repletas de matices, con melodías exquisitas y cuidadas composiciones. Enhorabuena Alberttinny por semejante regalo de calidad.
1 comentario:
GRACIAS
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