Mi canción de hoy es para una maravilla de canción de Arde Bogotá. Posiblemente, La Salvación, sea una de mis canciones preferidas de la formación de Cartagena. Y desde que anunciaron que iban a publicarla nuevamente, con la colaboración del maestro Enrique Bunbury, uno que yo sé se moría de ganas de escucharla. Así que esta mañana nada más levantarme, la he escuchado unas cuantas veces. En una primera escucha, me ha parecido mucho menos enérgica y potente de que esperaba, ya que tiene mayor fuerza la versión original incluida en su álbum Cowboys de la A3. Pero con las escuchas, me ha ido convenciendo más y más. Así que mi canción de hoy, no podía ser para otra canción que no fuera ésta. Y dejaré las dos versiones, que aunque las comparaciones sean odiosas, en este caso se trata de disfrutar del mismo tema dos veces en dos versiones distintas. Temón hoy! Agur ;)
Arde Bogotá es una banda de música indie rock, procedente de Cartagena. Formado por cuatro amigos que coincidieron en la escena murciana y desde que iniciaron su andadura, la banda no ha dejado de ganar adeptos en los últimos años. Su primer EP, El tiempo y la actitud, fue lanzado en 2020, y desde su lanzamiento, la aceptación fue inmediata. El grupo está compuesto por Antonio García, José Ángel Mercader, Pepe Esteban y Dani Sánchez . Su primer y único álbum de larga duración lanzado hasta la fecha, lleva por título La Noche, y fue lanzado el pasado año 2021.
La Salvación - Arde Bogotá
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No, no vengo a molestarte, pero quería acercarme por si hoy había explicación. Dos millones de horas en trance. Seis gritos, cuatro romances pero ninguna razón. Yo sigo llegando tarde,Se me hace largo el viaje para esta conversación. No quisiera molestarte pero quería gritarte. Me duele el pecho de amor, tiene que haber una salida, tiene que haber una salida, tiene que haber una para tanto dolor y ahora sé que la salvación estaba dentro de un beso y una caricia en el pelo. Y aquella noche en el espigón. Yo quisiera ser cobarde pero he elegido hablarte y todo pesa un millón. No, no quiero nada de nadie pero quería gritarte. Me duele el pecho de amor. Tiene que haber una salida, tiene que haber una salida. Tiene que haber una para tanto dolor. Y ahora sé que la salvación estaba dentro de un beso. Y una caricia en el pelo. Y aquella noche en el espigón. La salvación de tantos dioses modernos, no me compensa el momento de haber tenido que decir adiós. Tiene que haber una salida. Tiene que haber una salida. Tiene que haber una salida. Tiene que haber una salida. Tiene que haber una salida. Tiene que haber una para tanto dolor. Salvación, salvación, salvación. Salvación, salvación, salvación
Vídeo: La salvación - Arde Bogotá & Enrique Bunbury